La primera interna televisada del Pro.

Ayer en el programa de Marcelo Tinelli se produjo el primer encontronazo real entre los candidatos de la Unión-Pro.
Lo que se venía adelantando en forma de chiste en Gran Cuñado con la supuesta marginación de Felipe Solá de todas y cada una de las publicidades del partido ganador, se cristalizó insólitamente tras dos llamadas telefónicas de Marcelo Tinelli.

En medio de la fiesta del triunfo, con todos los imitadores de los referentes de los que desbancaron al kirchnerismo, el conductor decidió llamar a los políticos reales ante la negativa de todos de concurrir al programa pese a los esfuerzos de la producción durante todo el día.

La primera comunicación se produjo con Mauricio Macri quien arrancó preguntando si había sushi en el estudio. Pero no sabemos si cierta ingenuidad del ingeniero o una picardía que le salió mal, aseguró que estaba en comiendo con amigos y que le iba a pasar con uno.

Allí se escuchó claramente la voz de Francisco de Narváez saludando al animador y hablando generalidades sobre la elección. Pero Tinelli, rápido de reflejos, preguntó por Felipe y allí Mauricio se tomó unos segundos para inventar una excusa que se pudiera televisar. “Es que era una comida ya programada con amigos en común que tenemos con Francisco”, arguyó sin demasiado convencimiento el Jefe de Gobierno Porteño.

Sin esperar un segundo, Tinelli volvió a tomar el teléfono y esta vez marco el número de Solá, quien atendió de inmediato. Con sorna pero como un pase de factura claro, el ex Gobernador aseguró que él “no estaba boludeando” y que prefería “comer con los perucas que nos dieron el triunfo”, en clara alusión a las raíces peronistas del político provincial y marcando diferencia con el origen de sus dos aliados.

Lo que nació como una simple broma, se convirtió ayer en la primera interna televisada entre el trío que vivió el domingo su mayor alegría y que ayer ya comenzaron a mostrar leves diferencias. Indudablemente, lo de la marginación a Felipe no era sólo una jodita, el hombre lo sintió como algo personal y no tuvo empacho en pasar factura en vivo y directo.